Han pasado 13 años desde que una joven diseñadora chilena captó la atención del público tras ganar el programa Project Runway Latinoamérica. Desde entonces el nombre de Karyn Coo se instaló como marca; recorriendo pasarelas, vistiendo novias y ahora con dos tiendas donde se encuentran sus colecciones de moda, además de venta online.

En un viaje a sus orígenes la diseñadora aceptó encantada la invitación de WISE Innovation Studios para participar de Just Another AI Exhibition, reviviendo el set de prendas que la hizo conquistar el certamen internacional, ahora intervenida con inteligencia artificial. 

Se trata de la tercera activación de este tipo que organiza WISE, cuenta Mariana Pardo, Chief Creative Officer y directora creativa de la muestra. La primera versión también fue en el Edificio Patio y la segunda tuvo lugar en Lima. Ambas incluían arte, gamificación, desarrollo de realidad aumentada y colaboraciones con marcas. “El público en Perú quedó súper maravillado. Entonces fue creciendo la iniciativa de agrandar y profesionalizar este tipo de acciones. Dijimos: ‘aquí hay una posibilidad de contar un relato con arte, diseño, moda e inteligencia artificial’”, comenta Mariana.

Decidieron crear una nueva instancia, esta vez con moda, y convocaron a Karyn Coo. “Le propusimos este proyecto y empezamos a trabajar súper rápido. En tres meses desarrollamos la muestra que ya está por salir del horno”, agrega. 

La diseñadora por su parte dice que recibió la idea con total entusiasmo. “Teníamos dos opciones, o jugar con mi nueva colección o buscar algo que llamara la atención como fue para mí haber ganado Project Runway a mis 22 años, cuando era una bambina. Ese hito fue el inicio de mi carrera, es una colección muy importante para mí, y creo que hay gente que hoy sigue mi trabajo pero que no conoce el background que hay atrás. Es un storytelling súper bonito”, señala Coo. Se refiere a los diseños inspirados en el circo chileno antiguo que la hicieron ganar la competencia televisiva en 2011. “El desafío es cómo se verían con la ayuda de la inteligencia artificial”. 

Historia que innova 
Trabajaron de la mano, complementando lo análogo con lo digital. La diseñadora tenía claros los conceptos de la colección: volúmenes, texturas, colores. Esa información la llevó a la inteligencia artificial a través de prompts o indicaciones que se introducen en programas de open source como Midjourney, Dalle, ChatGPT premium y la plataforma AI propia de WISE, para que éstas elaboren un guion.

“El computador empieza a arrojar diferentes imágenes y vas puliéndolas y eligiendo diferentes caminos. El programa te va tirando siempre cuatro imágenes; eliges una y esa se va modificando. Avanzas, te desvías, retrocedes, modificas prompts, es infinito. Mariana fue clave en esa primera etapa, porque me di cuenta de que no llegaba a hacer muchas cosas que me gustaran”, explica.

La directora creativa complementa: “Entendí que Karyn es análoga, trabaja en su carril artístico, con lápiz y papel, hilo y aguja, y nosotros estamos full con el computador diseñando, estrujando la inteligencia artificial, entendiendo su lenguaje y todas las posibilidades que ofrece. Entonces fue súper bonito ese cruce editorial: mi equipo tratando de interpretar cuáles eran los conceptos que ella quería llevar a cabo y generar las imágenes”. Llegaron a unas 5 mil opciones, calcula, y desde ahí arrancó un intenso trabajo de edición. 

El resultado, que estará abierto al público desde el 3 y hasta el 10 de marzo en Galería Patio, se desplegará en 10 pantallas grandes que mostrarán las mejores imágenes animadas con inteligencia artificial. La gente podrá ver los diseños en movimiento digital. Frente a cada pantalla estará el outfit físico confeccionado por Karyn Coo y su equipo. Estas prendas además estarán disponibles para la venta a través de una subasta en un chat al cual se accede a través de un código QR. “La invitación a modo de panorama es que la gente vaya a la exhibición y que si se entusiasma también pueda adquirir una obra”, dice Mariana. 

“Para mí es una tremenda experiencia volver a estar del lado de la costura, hacer trajes artísticos, estar con la huincha en el cuello, que es algo que no hacía hace tiempo”, acota la diseñadora. Y recapitula: “Empecé hace 12 años, después de haber ganado Project Runway, diseñando para novias y pasarelas. Vengo de ahí. Mi equipo fue mutando y hoy hacemos colecciones que vendemos en tiendas, pero lo que les gusta es la alta costura. Cuando les conté sobre este proyecto, dijeron: ‘¡Por fin!’ Ha sido muy entretenido. Tengo a todas las chiquillas en llamas”.

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  ¿Cómo ha sido el reencuentro con tu trabajo original?
  - Ha sido muy romántico, de verdad. Yo le decía a mi modista jefa, que se llama Roxana: “Rox, siento que estoy volviendo a ser diseñadora”. Lo que pasa es que ahora estoy en otra vereda, pero ha sido muy lindo vivir el proceso, volver a estar con la máquina de coser, con la plancha, ver cómo se mueven las telas. Toda esta colección está hecha con sedas, encajes antiguos, telas que tenía guardadas hace años. Un tesoro que venía recolectando, y este era el momento de usarlo. 
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IA: Herramienta o enemiga
“Uno de los propósitos de esta muestra es desmitificar que la inteligencia artificial viene a quitarle el trabajo a nadie. Nos preguntan mucho si la IA reemplazará a los diseñadores u otras profesiones. Para nada. Es sólo una herramienta extra que hay que aprender a ocupar, no hay que tenerle miedo. Para mí el proceso fue súper encantador”, agrega Mariana.

Karyn coincide: “Tras mi experiencia puedo decir que la IA no podría reemplazar el trabajo del diseñador, en ningún momento extraje el 100% del contenido que me arrojaba el programa. Es una gran herramienta porque arroja nuevas ideas, pero el diseño finalmente sale de tu cabeza y esa es la esencia Karyn Coo. Se pueden hacer una infinidad de cosas, y eso ha sido muy entretenido de aprender”. 

Cuentan que durante el intenso proceso de creación de la muestra, se les fueron sumando varias marcas “amigas”, dicen, interesadas en participar de la exhibición, como Samsung, Karun y Lollapalooza. Hay un público atento a las activaciones que tienen que ver con inteligencia artificial, comenta Mariana, pero junto con la curiosidad, también hay algo de temor, apunta.

“El desconocimiento tecnológico da miedo. Es como cuando llegó Internet. Son cambios que cuestan, pero vienen para quedarse y hay que conocerlos para sacarles provecho, tanto desde la vereda del arte y el diseño, como en otros ámbitos. El mundo va más rápido y eso se puede traducir en menos horas de trabajo y más horas con la familia. Se optimizan los procesos, se gasta menos. Como dice la Karyn, hay que dedicarle horas de vuelo a entender cómo funcionan porque hay un montón de herramientas de inteligencia artificial que se pueden aplicar a lo que uno necesita. Para nosotros ha sido una gran experiencia montar esta instancia que mezcla lo vintage con la innovación”, remata.